lunes, 25 de abril de 2011

PERIODISMO EN LAS AMERICAS

El periodismo investigativo tiene un lugar en la era digital, dicen Woodward y Bernstein


Por Ian Tennant/IB


El tipo de periodismo de investigación que terminó en la renuncia del presidente Richard Nixon aún puede ser producido en la era digital, a pesar de las presiones de un ciclo informativo intenso las veinticuatro horas del día, coincidieron el 21 de abril renombrados periodistas en un panel que incluyó a Bob Woodward y Carl Bernstein, los reporteros que destaparon el escándalo Watergate.

Robert Redford, el productor y coprotagonista de “Todos los hombres del presidente”, la película basada en el libro de Woodward y Bernstein sobre las artimañas del gobierno de Nixon en el proceso electoral de 1972, se sumó al panel que incluyó a Dana Priest, del Washington Post, Peter Baker, del New York Times, y Mark Miller, del Texas Tribune. El panel, titulado “¿Podrían los medios revelar una historia como Watergate hoy?,” fue moderado por Glenn Frankel, director de la Escuela de Periodismo en la Universidad de Texas en Austin.

Bernstein destacó tres características del periodismo que él y Woodward practicaron: “inteligencia humana” al buscar a las fuentes lejos de sus oficinas ; “documentación de evidencia”, tales como registros contables (de hecho, una de las primeras pistas del caso fue un cheque); y sus “propias observaciones” e instintos. (Vea la cronología del caso en este página del Washington Post) (Está en Inglés).

Woodward añadió que él y Bernstein realizaron varias entrevistas de noche y en las casas de las fuentes, donde se sentían más relajados. “Se consiguen las mayores verdades de noche”, planteó. “En general, de día sólo se consiguen mentiras”. Woodward dijo que ni él ni su compañero estaban motivados ideológicamente para sacar a Nixon de la Casa Blanca, pero que sus instintos les decían que “había algo raro con este tipo”, un político famoso por su personalidad vengativa. Woodward recordó el momento exacto cuando se dieron cuenta de que era posible que Nixon terminara con un juicio político en el Congreso a causa del escándalo Watergate.

Además, Woodward señaló que la genialidad de Ben Bradlee, el destacado editor ejecutivo del Washington Post entre 1965 y 1991, era “no lo que publicaba, sino lo que no publicaba”. Bradlee y Katherine Graham, la fallecida dueña y directora del periódico, ofrecieron apoyo invaluable, aseguró Woodward, quien agregó que tanto Bradlee como Graham estaban pendientes y al tanto de sus investigaciones, pero que nunca intervinieron en sus reportajes.

Sin embargo, el reportero del New York Times Peter Baker destacó que hacia comienzos de 1998, “el mundo había cambiado”, Internet había comenzado a despegar y blogueros estaban dando cuenta de primicias. Como periodista del Washington Post en 1998, los editores de Baker le dijeron que revisara una denuncia hecha por el sitio Drudge Report, que aseguraba que la revista Newsweek no había publicado un artículo con una noticia bomba: el presidente Bill Clinton estaría siendo investigado por haber mentido presuntamente sobre un romance con la pasante Monica Lewinsky.

Al igual que los dos reporteros de Watergate, Baker dijo que él y sus colegas “hicieron mucho trabajo en la calle”, siguiendo las pistas de una historia que avanzaba muy rápido. Sin embargo, para Baker se trató también de “un momento clave en los medios contemporáneos”, ya que fue la primera vez que tuvo que tener listo un artículo a mitad del día para que fuera publicado en el sitio web del Washington Post. Asimismo, los lectores podían consultar varios documentos en línea relacionados con la investigación de Kenneth Star. “Por primera vez, los lectores podían evaluar materiales con sólo hacer un click”, dijo Baker.

Mark Miller, editor del sitio de noticias Texas Tribune y ex editor de Newsweek, dijo que la revista no sentía que el reportaje de Michael Isikoff sobre Clinton y Lewinsky “estaba completo y acabado”, por lo que decidieron postergar su publicación. A su juicio, en Newsweek estaban actuando como periodistas, esperando a tener todos los datos confirmados, pero que el sitio de Matt Drudge representó el comienzo de una nueva era donde la vacilación a la hora de publicar equivale a tiempo perdido.

Aunque la revolución digital ha cambiado las rutinas de los medios tradicionales, como los diarios, también ha ofrecido algunas ventajas, afirmó la periodista del Washington Post Dana Priest. La destacada periodista de investigación y doble ganadora del Premio Pulitzer lamentó la situación actual donde ”ya nadie sabe quién es un periodista”, pero dijo que también le entusiasma el que haya nuevas maneras de contar historias. Aunque el periodismo en la calle siguió siendo importante en sus reportajes sobre la expansión sin precedentes de los servicios de inteligencia en Estados Unidos tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, la habilidad de usar técnicas narrativas multimedias fue “mucho más poderosa de lo que se podría haber hecho sólo con periodismo [tradicional]”.

El moderador del panel, Glenn Frankel, un ex periodista del Washington Post y ganador de un Premio Pulitzer, resumió las lecciones del día para los periodistas jóvenes: “Nuevas herramientas y viejos valores”.

En 2003, el Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas en Austin pagó 5 millones de dólares para albergar los apuntes de Woodward y Bernstein sobre el caso Watergate. Los reporteros, sin embargo, no entregaron todas sus notas y registros a la vez. Existe un acuerdo por el cual sólo cuando fuentes anónimas hayan fallecido las notas de las entrevistas con estas personas serán entregadas al Centro Ransom.

Los dos periodistas luego sorprendieron a la audiencia al compartir revelaciones de los más recientes documentos por entregar, apuntes de una entrevista con el general Alexander Haig, quien murió en 2010. Durante los últimos meses de Nixon como presidente, cuando Haig era su jefe de gabinete, el general temía que Nixon se suicidara. Woodward y Bernstein leyeron sus notas de cuando Haig les dijo que Nixon se lamentaba de que, a diferencia de un militar, él no tenía una pistola en un cajón para poner fin a todo el asunto de una manera caballerosa. Haig le dijo a los periodistas que ordenó a los doctores de Nixon retirar cualquier medicamento que el entonces presidente pudiera utilizar para poner fin a su vida.

El panel de discusión fue parte de una serie de eventos organizados para celebrar el trigésimo quinto aniversario de la película “Todos los hombres del presidente”. Los organizadores de este panel fueron la Biblioteca Presidencial Lyndon Baines Johnson y el Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas en Austin.

sábado, 23 de abril de 2011

Códigos lingüísticos del celular y chat se acercan

a la propuesta de Andrés Bello

Un “por fabor” se cuela en el twitter de un tal @CristianUGH2011; la joven quincerañera le promete a su mamá en un mensaje de celular que irá a “ksa tmprano”; un niño escribe en el chat: “abia 1 vz”. Casos como este abundan en el mundo hispanohablante que este sábado 23 celebra el Día del Idioma.



¿Un empobrecimiento del idioma o una nueva forma de comunicarse en español? El escritor y periodista Roberto Hernández Montoya reivindica los códigos lingüísticos de los jóvenes de hoy y la simplicidad como se expresan a través de mensajes de celular o del Twitter.



“Lo que están haciendo es racionalizar la ortografía. La gente simplifica y hace un sistema ortográfico que no tiene “pele”, explica y dice que sería aburrido si hablaran como los académicos de la lengua.



Muchos jóvenes en lugar de casa escriben “ksa”, o “s” en lugar del demostrativo ese, lo que para Hernández Montoya es uno de los hallazgos puestos en el mero centro de la línea bellista.



El escritor argumenta que el criterio etimológico y el de la pronunciación, por los que se rige la Academia de la Lengua Española, se contradicen, pues el primero hace introducir letras que ya no se pronuncian, como la “h” o que se escriben distinto y se pronuncian igual, como la “b” y la “v”.



Además, dice que la mayor parte de los hablantes del español “no hacemos la diferencia al pronunciar “b” y “v” y cuando la hacemos tenemos que apoyarnos artificialmente en la ortografía irracional de la Real Academia”.



Si entrara en vigencia una reforma que considerara Bello, el “por fabor” de @CristianUGH2011, que está en consonancia con la pronunciación lo estuviera también con la ley, así como el “abia” del niño que chatea.



No se sabe que hubiese pensado Miguel de Cervantes Saavedra, escritor por quien se celebra este día, pero el venezolano Andrés Bello, 188 años atrás, propuso un conjunto de reformas que para Hernández Montoya son “sensatísimas”.



Entre ellas estaba el caso de sustituir la “i” a la “y” en todos los casos en que ésta haga las veces de simple vocal, suprimir la “h” y desterrar la “u” muda que acompaña a la “q”, una propuesta que hoy ya muchos han tomado, sin darse cuenta, cuando incorporan a sus mensajes de texto un “q” para decir “que”, o un “xq” para “porque”.



Esto dice mucho de la visión y apertura lingüística de Bello y del contraste entre el dinamismo del idioma en la práctica y la velocidad de las reformas que hace la Real Academia Española (cada siglo y medio).



viernes, 15 de abril de 2011

Fechas de entregas


1er trabajo Blog      14 de mayo

1er Parcial               21 de mayo

2do Trabajo Blog     11 de junio

3er  Trabajo Blog     09 de julio

2do Parcial              12 de julio

Firma de actas           16/19 de Julio
CNP DC Caracas invita al Foro:
Los desafíos del comunicador en Venezuela
El Colegio Nacional de Periodistas seccional DC Caracas conjuntamente con el Centro Cultural Chacao, y las asociaciones civiles Comunicados por la Libertad y 5V5D invitan a estudiantes de comunicación social, periodistas, medios de comunicación y público en general al Foro: Los desafíos del comunicador en Venezuela. Capítulo I: El acceso a la información.



Este foro se estará realizando el próximo martes 26 de abril, a partir de las 8:30 de la mañana, en el Centro Cultural Chacao ubicado en la avenida Tamanaco de El Rosal, y contará con la presencia de un panel de reconocidos periodistas venezolanos, quienes estarán dando sus impresiones acerca de los retos que afronta el comunicador social del siglo XXI, y responderan preguntas a los participantes.

La entrada al evento es libre.

Para mayor información comunícate a través del correo info@cnpcaracas.org