jueves, 21 de junio de 2012

Video que explica cómo colocar hipervínculos 
en los archivos Word


viernes, 15 de junio de 2012

¿Para qué sirve un periodista?

Pascual Serrano defiende que el compromiso ético es más importante que la neutralidad, y cita ejemplos paradigmáticos como Kapuscinski, Walsh, Snow, Reed o Capa

Libros | 07/06/2012 - 00:04h
Albert Lladó
Barcelona Redactor
¿Para qué sirve un periodista?


                                       Portada del último libro de Pacual Serrano Ediciones Península

En la mayoría de facultades españolas - con maravillosas excepciones -, los periodistas se forman bajo el paradigma sostenido con dos principios supuestamente inquebrantables: la objetividad y la imparcialidad. El experto en análisis de los medios de comunicación, Pascual Serrano, aboga Contra la neutralidad en su nuevo libro, en el que, tras los pasos de grandes profesionales, como Kapuscinski, Walsh, Snow, Reed o Capa, asegura que “el culto a la objetividad provoca que los reporteros que presencian tragedias y sufrimientos cuyos responsables están perfectamente identificados vean que sus crónicas terminan llegando al público descafeinadas”.

Los periodistas, hasta que se demuestre lo contrario, son personas vivas. Sujetos que ven, sienten y reflexionan. Entonces, ¿qué quiere decir ser objetivo? Alguien que enfoca su mirada, que tiene voluntad de estilo, que pregunta más de la cuenta, no es objetivo. Ni cómodo. No es un sofá. Objetivos son, sí, los objetos. Los pantalones usados, las lámparas amarillas, las sillas aerodinámicas. ¿No hemos confundido, pues, los pilares de la profesión con una falacia que nos impide ir más allá de los datos y los números?

La equidistancia y la pluralidad
Serrano mantiene que la imparcialidad de la que algunos alardean es “solo una labor mecánica, algo así como el cumplimiento de órdenes, la obediencia debida del militar”. Pero el consultor, y especialista en política internacional, desnuda otro de los mitos contemporáneos del periodismo: la equidistancia. “No es cierto que la verdad se sitúe a mitad del camino de dos puntos de vista contrapuestos”. Poner ejemplos concretos no es nada difícil: ¿Cuántas personas se manifestaron en la huelga general? ¿La media surgida del número ofrecido por las fuentes oficiales y del que dieron los sindicatos? ¿O una cifra independiente? Si vamos a casos más extremos, la idea de equidistancia cae por sí sola. ¿La verdad de lo que ocurre en Siria se puede formar a partir de lo que dice las dos partes enfrentadas? Si una víctima denuncia que han bombardeado a toda su familia y el Gobierno asegura que han sido terroristas, ¿ser neutral y equidistante sería afirmar qué exactamente?

Con esa “curiosa idea de que, si incluyes una cita de cada bando, ya has cumplido el objetivo” se banaliza el ejercicio periodístico y, según Pascual Serrano, quizás se ignora que alguien está intentando “justificar un crimen”. Para el autor, “el problema es que estamos creando un profesional que ya no sabe incorporar principios y valores éticos y culturales a su trabajo”. Su vocabulario, añade, “se limita a la exposición de hechos y no incluye la elaboración de reflexiones o análisis”.

Es importante dejar claro que este ensayo apuesta por un modelo de periodismo que sea plural - que pregunte a todas las partes aunque no crea a todos por igual -, que sea riguroso - que no justifique manipulaciones por coincidir ideológicamente - y, sobre todo, que sea honesto. O sea, que no mienta, que su compromiso sea sincero y auténtico. Un buen periodista, si no es un mueble, se puede equivocar, pero no traicionar a su lector, ni mucho menos a sí mismo.

El periodista comprometido
Ryszard Kapuscinski, en esta línea, señala que un corresponsal no puede creer en la objetividad de la información “cuando el único informe posible resulta personal y provisional”. No es neutral, ni quiere serlo, porque ha adoptado una actitud, una intencionalidad: el compromiso frente a las injusticias. El periodista, esté cubriendo una guerra o esté en su mesa explicando un desahucio, tiene una responsabilidad social. Hablar de lo que no se habla, “subrayar lo que se margina”.

Kapuscinski cree que el profesional debe intentar “provocar algún tipo de cambio”. “Sin utilizar el odio o estimular la venganza”, argumenta el polaco, el periodista debe utilizar su bagaje para enriquecer el texto, y es que el que escribe no es simplemente un espectador frío, un contendor de sucesos, un altavoz de declaraciones, un técnico que empaqueta la información: “es importante que no te contagies de esa enfermedad terrible que es la indiferencia”.

John Reed, quien explicó la Rusia revolucionaria en Díez días que estremecieron al mundo, tampoco fue neutral ni objetivo. Sin embargo, Serrano asevera que “su rigurosidad le impide creer precipitadamente algunas versiones” de fuentes que entiende como afines. Reed, que suele utilizar la primera persona, demuestra que la pasión no está reñida con escribir con precisión y profundidad.

Rodolfo Walsh, célebre autor de Operación Masacre, es otro de los periodistas escogidos en este libro. Walsh, quien denunció el fusilamiento clandestino de un grupo de ciudadanos argentinos en 1956, afirmaba que las dos cualidades esenciales del buen profesional son la “exactitud y rapidez”. Permanece desaparecido desde el 25 de marzo de 1977, y se ha convertido en todo un icono de la libertad de expresión.

Edgar Snow, por su parte, que fue el hombre que “descubrió” Asia a Occidente, recurre “desde Aristóteles hasta Mark Twain para explicar China y sus acontecimientos”, y su inteligencia le sirvió para conseguir grandes exclusivas, como la entrevista que realizó a Mao y al resto de líderes comunistas. Serrano nos dice que “a pesar de su simpatía y su defensa de la revolución china, no dudó en expresar inquietud”, y criticó el culto a la personalidad de Tse-tung.

Por último, encontramos en Contra la neutralidad el caso de Robert Capa, un referente del fotoperiodismo que aseguraba que “ante una guerra hay que tomar partido, sin lo cual no se soporta lo que ahí ocurre”. Pese al incalculable valor de su obra, los que le conocieron atestiguan que era modesto y que se planteaba, como el resto, la utilidad ética de su trabajo, sobre todo tras el decepcionante colapso del idealismo en España.

La intencionalidad y la información
Pascual Serrano sabe que el ciudadano huye del artículo de opinión disfrazado de noticia, y “desconfía de cualquier argumentación que no incluya información, datos, testimonios fiables”. Por ello, mantiene que el reportaje se ha convertido en el soporte más adecuado para el periodista que no quiere caer en la nota de prensa o el teletipo de agencia. El también autor de Traficantes de información (2010) insiste en que “la intencionalidad es lícita y efectiva si está dominada por la credibilidad y no por el mero mensaje ideológico”.

El libro de Serrano concluye con un interrogante, el periodismo que viene. Según el autor, en los últimos años hemos asistido a una “obsesión por el sensacionalismo” y, en el mejor de los casos, los profesionales se limitan a responder telegráficamente las cinco W inglesas (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué). Sea para la red o para el papel, sea en un texto breve o en una extensa crónica, si obviamos los antecedentes, el contexto y el nervio, estaremos produciendo un depósito de información. Los periódicos serán un cementerio de documentos sin interpretar que, por lo tanto, renuncian al conocimiento. Para escribir, apunta Serrano, hace falta valor, y “para tener valor hace falta tener valores”. Las máquinas, las que copian y pegan inventarios estériles, aún no lo tienen.

 

jueves, 7 de junio de 2012

Explicación rápida de una catedra semestral 
(Valido para cualquier escrito)

Diez consejos (arbitrarios) para el trabajo de campo en la crónica

de Saladeprensa.org, el jueves, 7 de junio de 2012 a la(s) 9:42 ·
Alberto Salcedo Ramos

1) Serás curioso. La curiosidad es lo que le permite al reportero descubrir pistas reveladoras durante el trabajo de campo y aprovecharlas. El grado de curiosidad que tengas determinará en gran parte los alcances de tu exploración. Recuerda lo que decía Eça de Queirós: de uno depende que la curiosidad sirva para descubrir América o tan solo para fisgonear detrás de la puerta.

2) Serás genuinamente curioso. Un reportero puede programarse para ser curioso durante el tiempo en que realiza su trabajo de campo, pero más le vale que lo sea siempre y de manera auténtica. Que aunque no esté investigando para una crónica sienta una gran curiosidad por el otro. Por los otros. Por lo otro. Por todo lo que esté más allá de sus narices. Hay un proverbio campesino muy sabio: “quien curiosea el nudo, aprende a soltarlo”.

3) Continuarás siendo curioso. Es decir, entenderás que cuando un buen reportero satisface su curiosidad no siente ganas de acostarse a dormir sino de seguir indagando. Una curiosidad lleva a la otra, y luego a la otra. El reportero husmeador siempre encuentra motivos para plantearle nuevas preguntas a la realidad. Y como es tan obstinado, a veces descubre puertas donde los demás ven muros.

4) Tirar la punta del ovillo. Una mañana de 2002 un aguacero derrumba en Medellín un árbol centenario de caucho, un árbol que en esa ciudad es un ícono del paisaje urbano. Alertados por el ruido que produce la fronda gigante al chocar contra el pavimento, los curiosos acuden en masa al lugar del suceso. Uno de esos fisgones es el periodista Juan Miguel Villegas, que entonces cuenta apenas veinticinco años. Varios trabajadores de la empresa de aseo aparecen de pronto con seguetas eléctricas, dispuestos a despedazar el árbol para botarlo como simple basura. Los habitantes empiezan a apoderarse de los restos del árbol. Y el periodista tiene la curiosidad de seguirle el rastro a cada trozo de madera. Va a un restaurante chino, al apartamento de una señora, a un taller de carpintería. Ve cómo cada persona de esas utiliza el retazo que le tocó en suerte. Lo que pudo haber sido una nota de registro sobre la muerte de un árbol, se convierte en un relato original sobre la influencia del azar en la vida de la ciudad. Volvemos a la necesidad de tirar la punta del ovillo, es decir, a la curiosidad. Esa es la razón de ser del periodismo narrativo: investigamos porque no soportamos la idea de quedarnos con ninguna duda.

5) Intentarás ir más allá de lo evidente. Los hechos y personajes de la realidad son mucho más de lo que se ve a simple vista. Para el reportero conformista el balín es un punto final, una pequeña esfera de plomo sobre la cual ya todo está dicho. No se puede desmenuzar un balín, no se puede entrar en él. Salvo que aparezca un reportero acucioso, por supuesto. El acucioso hace rodar el balín, se da mañas para romperlo porque necesita averiguar qué tiene por dentro.

6) Intentarás descubrir la totalidad del iceberg. Hemingway nos enseñó que los datos que aparecen publicados en las buenas historias son una fracción mínima de la investigación que recopiló el autor. La parte del iceberg que sobresale en el mar –nos recordó– es tan solo un octavo de lo que mide en total ese témpano de hielo. Los siete octavos restantes están sumergidos en el agua. No se ven pero son los que sustentan la punta que está por fuera, a la vista de todo el mundo. Lo que le permite a uno escribir con solvencia mil palabras es investigar como si fuera a escribir veinticuatro mil. Y no lo olvides: aquí no basta con saber que bajo el agua están escondidas las siete octavas partes del iceberg: hay que conocerlas.

7) Te preocuparás por buscar los datos que no salen en Wikipedia. Utilizarás Google, como hacemos todos hoy, pero tendrás claro que si esa es tu única herramienta para hacer pesquisas estás perdido. Hay mucha información de calidad que no figura en internet: tu reto es encontrarla.

8 ) Buscarás datos de calidad. Cuando John Hersey escribió sobre Hiroshima nos contó a qué distancia exacta del epicentro de la explosión de la bomba atómica se encontraba cada uno de sus personajes. Cuando Juan Villoro vivió el terremoto de 8.8 grados que devastó Chile, nos informó que el sismo modificó el eje de rotación de la tierra y el día se redujo en 1,26 microsegundos. Cuando Leonardo Faccio escribió sobre el futbolista Leo Messi, nos advirtió que sólo veinticinco países en el mundo tienen un Producto Interno Bruto mayor que la industria del fútbol. El contador de historias se tropieza con las mismas cifras del reportero que escribe la noticia de primera plana, pero va más allá: sus datos, además de informar, deben sorprender, iluminar los ángulos más inesperados de la realidad.

9) Irás más allá del entrecomillado. Gran parte del periodismo que se hace hoy es rehén de las entrevistas. Hablan los ministros, habla el papa, habla el cantante de moda, habla el embajador, habla el director de la oficina de atención de emergencias, habla todo el mundo, hasta el loro, y los periodistas incluyen en sus titulares la parte de la declaración que consideran más impactante. Cuando nadie habla, no hay noticia. Parece que no hubiera más formas de acercarse a los personajes que a través del diálogo oral. Yo pregunto, tú respondes, y ya está: pan comido. La crónica es un género narrativo y, por tanto, va más allá de eso que Alma Guillermoprieto llama “el síndrome del entrecomillado”. Contar historias –decía Robert Louis Stevenson– es escribir sobre gente en acción. De modo que nuestra indagación trasciende las entrevistas: acompañamos a los personajes, aprendemos a oírlos incluso cuando no están respondiendo a nuestras preguntas, procuramos verlos desenvolverse en sus espacios habituales. En una palabra, intentamos ser testigo de escenas, de muchas escenas.

10) Te acercarás a los cuernos del toro. La crónica no es un género para periodistas aburguesados, de esos a los que ya les da pereza recorrer leguas de camino y untarse de barro. Volvamos a Hemingway: “La distancia entre el toro y el torero es inversamente proporcional al dinero que el torero tiene en el banco”. No tengo nada contra tu cuenta bancaria pero sí contra el hecho de que ya no quieras acercarte a la zona de candela. La realidad es un toro al que hay que agarrar por los cuernos.

lunes, 4 de junio de 2012

Ejemplos de Vínculos 


Yaracuy reunirá a periodistas en XIII Juegos Deportivos

El Colegio Nacional de Periodistas,  se prepara para participar en los XIII Juegos Deportivos a celebrarse en el estado Yaracuy entre el 20 y 24 del próximo mes de julio.

La seccional del estado Bolívar, encabezada por su secretario general adjunto, Armando Obdola Bello, y su secretario de organización Humberto Escobar,  exhortó a los agremiados, así como a reporteros gráficos y estudiantes a participar en esta justa deportiva, donde ellos estiman llevar atletas en por lo menos diez disciplinas, como en voleibol de playa, dómino, bolas criollas, atletismo, natación, caminata, y otras. http://www.oidossucios.com/noticias/5507/evanescence-no-vendra-venezuela/

Las inscripciones están abiertas en la sede del CNP Seccional Ciudad Bolívar hasta el 15 de junio. Recordaron que esta seccional ha alcanzado destacarse en estos juegos donde intervienen las 26 seccionales del gremio a nivel nacional. Informaron que para estos juegos esperan entregar premiación en metálico al atleta de la seccional más destacado en estos juegos.

Al hacer su balance, Espacio Público registró 224 denuncias de violaciones a la libertad de expresión documentados durante el año 2011. Esta cifra representa un aumento del 16% en el número de violaciones con relación al año 2010. Los casos y violaciones registrados evidencian una tendencia restrictiva para la realización de este derecho humano en Venezuela.  http://www.netjoven.pe/espectaculos/93647/One-Direction-y-The-Wanted-compiten-por-tener-sus-estatuas-de-cera.html


Desglosando el informe se menciona que el Distrito Capital se mantiene como el estado con mayor número de violaciones a la libertad de expresión  con el 36,7 % (51), seguido por el estado Barinas (11) con más casos, las cuales en su mayoría son llevadas a cabo por actuaciones de los cuerpos de seguridad y funcionarios públicos del estado. El tercer lugar lo ocupan los estados Miranda y Aragua con 9 casos respectivamente.

Sin embargo, no es en la capital donde únicamente suceden agresiones contra los periodistas y el secretario General del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Barinas, Tarquino González, informó que existen 57 casos de violación a la libertad de expresión y al libre ejercicio del periodismo documentados desde el 2008 hasta la actualidad en esa entidad. http://aseguirnos.blogspot.fr/2012/06/empresario-ofrece-13800-millones-de.html

sábado, 2 de junio de 2012

Cómo comencé a escribir

de Saladeprensa.org, el Sábado, 2 de junio de 2012 a la(s) 8:58 ·

Primero que todo, perdóneme que hable sentado, pero la verdad es que si me levanto corro el riesgo de caerme de miedo. De veras. Yo siempre creí que los cinco minutos más terribles de mi vida me tocaría pasarlos en un avión y delante de 20 a 30 personas, no delante de 200 amigos como ahora. Afortunadamente, lo que me sucede en este momento me permite empezar a hablar de mi literatura, ya que estaba pensando que yo comencé a ser escritor en la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza. Confieso que hice todo lo posible por no asistir a esta asamblea: traté de enfermarme, busqué que me diera una pulmonía, fui a donde el peluquero con la esperanza de que me degollara y, por último, se me ocurrió la idea de venir sin saco y sin corbata para que no me permitieran entrar en una reunión tan formal como esta, pero olvidaba que estaba en Venezuela, en donde a todas partes se puede ir en camisa. Resultado: que aquí estoy y no sé por dónde empezar. Pero les puedo contar, por ejemplo, cómo comencé a escribir.

A mí nunca se me había ocurrido que pudiera ser escritor pero, en mis tiempos de estudiante, Eduardo Zalamea Borda, director del suplemento literario de El Espectador de Bogotá, publicó una nota donde decía que las nuevas generaciones de escritores no ofrecían nada, que no se veía por ninguna parte un nuevo cuentista ni un nuevo novelista. Y concluía afirmando que a él se le reprochaba porque en su periódico no publicaba sino firmas muy conocidas de escritores viejos, y nada de jóvenes en cambio, cuando la verdad —dijo— es que no hay jóvenes que escriban.

A mí me salió entonces un sentimiento de solidaridad para con mis compañeros de generación y resolví escribir un cuento, no más por taparle la boca a Eduardo Zalamea Borda, que era mi gran amigo, o al menos que después llegó a ser mi gran amigo. Me senté y escribí el cuento, lo mandé a El Espectador. El segundo susto lo obtuve el domingo siguiente cuando abrí el periódico y a toda página estaba mi cuento con una nota donde Eduardo Zalamea Borda reconocía que se había equivocado, porque evidentemente con “ese cuento surgía el genio de la literatura colombiana” o algo parecido.

Esta vez sí que me enfermé y me dije: ¡En qué lío me he metido!” ¿Y ahora qué hago para no hacer quedar mal a Eduardo Zalamea Borda?” Seguir escribiendo, era la respuesta. Siempre tenía frente a mí el problema de los temas: estaba obligado a buscarme el cuento para poderlo escribir.

Y esto me permite decirles una cosa que compruebo ahora, después de haber publicado cinco libros: el oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. La facilidad con que yo me senté a escribir aquel cuento una tarde no puede compararse con el trabajo que me cuesta ahora escribir una página. En cuanto a mi método de trabajo, es bastante coherente con esto que les estoy diciendo. Nunca sé cuánto voy a poder escribir ni qué voy a escribir. Espero que se me ocurra algo y, cuando se me ocurre una idea que juzgo buena para escribirla, me pongo a darle vueltas en la cabeza y dejo que se vaya madurando. Cuando la tenga terminada (y a veces pasan muchos años, como en el caso de Cien años de soledad que pasé diez y nueve años pensándola), cuando la tengo terminada repito, entonces me siento a escribirla y ahí empieza la parte más difícil y la que más me aburre. Porque lo más delicioso de la historia es concebirla, irla redondeando, dándole vueltas y revueltas, de manera que a la hora de sentarse a escribirla ya no le interesa a uno mucho, o al menos a mí no me interesa mucho.

La idea que le da vueltas

Les voy a contar, por ejemplo, la idea que me está dando vueltas en la cabeza hace ya varios años y sospecho que la tengo ya bastante redonda. Se las cuento ahora, porque seguramente cuando la escriba, no sé cuando, ustedes la van a encontrar completamente distinta y podrán observar en qué forma evolucionó. Imagínense un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija menor de 14. Está sirviéndoles el desayuno a sus hijos y se le advierte una expresión muy preocupada. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella responde: No sé, pero he amanecido con el pensamiento de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”.

Ellos se ríen de ella, dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el adversario le dice: “Te apuesto un peso a que no la haces”. Todos se ríen, él se ríe, tira la carambola y no la hace. Pago un peso y le pregunta: ¿Pero qué pasó, si era una carambola tan sencilla? Dice: “Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi mamá esta mañana sobre algo grave que va a suceder en este pueblo”. Todos se ríen de él y el que se ha ganado el peso regresa a su casa, donde está su mamá y una prima o una nieta o en fin, cualquier parienta. Feliz con su peso dice: “Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla, porque es un tonto”. “¿Y por qué es un tonto?”. Dice: “Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado por la preocupación de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”.

Entonces le dice la mamá: “No te burles de los presentimientos de los viejos, porque a veces salen”. La parienta lo oye y va a comprar carne. Ella dice al carnicero: “véndame una libra de carne” y, en el momento en que está cortando, agrega: “Mejor véndame dos porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado”. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice: “Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se está preparando, y andan comprando cosas”.

Entonces la vieja responde: “Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras”. Se lleva cuatro libras y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice: “Se han dado cuenta del calor que está haciendo?”. “Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor”. Tanto calor que es un pueblo donde todos los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos. “Sin embargo —dice uno— nunca a esta hora ha hecho tanto calor”, “sí, pero no tanto calor como ahora”. Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un parajito y se corre la voz: “hay un pajarito en la plaza”. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.

“Pero, señores, siempre ha habido pajaritos que bajan”. “Sí, pero nunca a esta hora”. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. “Yo sí soy muy macho —grita uno— yo me voy”. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen: “Si este se atreve a irse, pues nosotros también nos vamos”, y empiezan a desmantelar literalmente al pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: “Que no venga la desgracia a caer sobre todo lo que queda de nuestra casa” y entonces incendia la casa y otros incendian otras casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio clamando: “Yo lo dije, que algo muy grave iba a pasar y me dijeron que estaba loca”.

Gabriel García Márquez


(Discurso pronunciado el 3 de mayo de 1970 en Caracas, Venezuela)

miércoles, 16 de mayo de 2012

Un debate sobre el rol del editor a propósito 

del caso Perú.21

A raíz del caso que se registró en el diario Perú 21 con uno de los reporteros de economía y el editor de la sección  es importante que los estudiantes puedan leer lo acontecido y saquen sus conclusiones sobre este caso, que revela la relación que debe existir entre los redactores y sus jefes inmediatos.

Rudy Palma, el experiodista de Perú.21 que fue detenido acusado de delito contra el patrimonio, delito informático y revelación de secretos de Estado, está en prisión a la espera de ser trasladado a un penal para reos primarios. Mientras esto ocurre y su familia clama un trato justo, uno de los temas que más se ha discutido entre periodistas locales es el rol del editor.  
Gina Sandoval, editora de la sección donde trabajaba Palma, está con orden de detención, medida que ha sido calificada de ilegal por el diario y organismos como IPYS y el Consejo de la Prensa Peruana. De acuerdo con algunos medios peruanos, Fritz DuBois -director de Perú.21- acusó a Sandoval en el interrogatorio policial. Citamos la versión de La Primera sobre el interrogatorio policial:

 ¿Puede usted explicar cuál es la función de Gina Elizabeth Sandoval Cervantes en diario Perú.21? (Fritz Du Bois) Dijo: Que, ella es la editora de Economía y es la encargada de dirigir esa sección asignando a cada uno de los redactores los temas que corresponden redactar cada día y es la encargada de recibir las notas que producen los redactores, editar las notas e incluirlas en el diario”, precisa la declaración.

 “Preguntado diga: ¿Precise quién es el encargado de corroborar las notas de prensa que son publicadas en el diario Perú.21? (Fritz Du Bois) Dijo: Que, el editor es el encargado de revisar las notas y corroborar su veracidad”, remarcó.

BUSCAMOS EXPLICACIONES AL ROL DEL EDITOR Y A LAS DECLARACIONES DEL DIRECTOR DEL DIARIO, QUIEN -PARA ALGUNOS- ACUSÓ A SU EDITORA.  
José Alejandro Godoy, abogado, columnista y  bloguero::

COBERTURA CON TINTES DE ANIMADVERSIÓN

¿Crees que realmente Fritz Du Bois acusa a su editora Gina Sandoval o acaso simplemente está dando a conocer sus funciones?
-Creo que está dando a conocer las funciones que tiene el editor dentro de una publicación. Así, en principio, lo expresado por Du Bois es una expresión neutra. ¿Dónde ha entrado a tallar una interpretación distinta? Pues en la premisa de la investigación policial, que supone la existencia de una organización criminal detrás de la extracción de información privada o reservada de funcionarios públicos. Si se quería sostener esa premisa, era necesaria una investigación exhaustiva que implicara tomar las declaraciones a Sandoval, cosa que no ocurrió durante dicha etapa.
¿Cómo abordar este tema? (La pregunta surge luego de ver en las redes sociales que decenas de usuarios -incluidos periodistas con cargo de editor- han señalado que el director acusa a su editora)
-Aquí la pregunta clave a absolver es hasta donde llega la responsabilidad profesional y legal del editor por el trabajo de los periodistas que se encuentran a su cargo. Este es un debate que deberían tener las redacciones de medios del país, lo que implicaría (en los casos que los tuvieran), ajustar o ampliar los libros de estilo o principios rectores de los medios de comunicación. Asimismo, aquí sería importante tener reuniones y consultas periódicas con los abogados del medio (sean internos o externos) para tener a la redacción informada sobre las posibles consecuencias legales de una información mal procesada o elaborada. En este caso específico, hasta el momento, no se cuentan con mayores elementos que permitan señalar que la editora tuviera algún tipo de responsabilidad por el tipo de fuentes que habría utilizado el periodista Palma para cubrir las informaciones a su cargo. Sí debía velar porque las mismas fueran verdaderas. Y no se tiene tampoco evidencia sobre un supuesto conocimiento que tanto la editora como el director tendrían sobre la obtención ilegal de información y que han insinuado algunos medios que han cubierto el caso.
-En términos generales, la cobertura del caso ha sido relativamente escueta. La mayoría de periodistas que se han ocupado del caso han coincidido en algunas premisas: hubo una falta del periodista Palma que debe ser investigada exhaustivamente para determinar su responsabilidad penal, pero la forma como se vienen llevando las investigaciones merece críticas debido a las afectaciones al debido proceso que se vienen produciendo. Sin embargo, si existen un par de medios de comunicación que pretenden involucrar al director del medio o al grupo editorial al que Perú.21 pertenece a partir de las declaraciones policiales, más que por evidencia concreta, por supuestos o sospechas basados en la animadversión que tienen tanto a Du Bois como al grupo, debido a diferencias políticas que se agudizaron durante la última campaña electoral.

* * *

Marco Sifuentes, editor de la agencia de noticias Infos.pe 

LA CONFIANZA SE VA CONSTRUYENDO 

CON EL TIEMPO

Le preguntamos si lo dicho por Fritz Du Bois en su manifestación policial era exactamente el rol del editor.
-Sí, es uno de los roles del editor. Sin embargo, como en todo en el periodismo, la confianza que se va construyendo con el tiempo es clave. Si un reportero demuestra con su trabajo que cuenta con fuentes informadas y veraces, va a disminuir el umbral de exigencia en la corroboración, especialmente en el ritmo frenético de un diario.
¿Crees que realmente Fritz Du Bois acusa a su editora? 
-Definitivamente no creo que Fritz esté acusando a Gina. Simplemente está describiendo, ante una pregunta, la labor del editor. Y corroborar la veracidad de las informaciones de Rudy Palma no implica conocer que provenían de correos interceptados. Corroborar la información también puede haber implicado cruzarla con fuentes distintas a las que Rudy hubiese usado de fachada para encubrir el verdadero origen.

* * *
Jacqueline Fowks, periodista y colaboradora de El País de España. 

EL EDITOR CONFÍA Y SUPERVISA

-Los editores revisan las notas y a no ser que se trate de redactores que recién se inician en la profesión, no siempre corroboran su veracidad porque asumen que el periodista ha hecho el trabajo correcto, el que se espera de él. En ciertas ocasiones, si un periodista realiza una entrevista y redacta un párrafo con una declaración polémica o que puede generar una crisis o tener alguna grave consecuencia, un editor puede pedirle al redactor que la pase el audio o pedirle ese pedazo de la grabación, pero en la rutina normal de un medio, el editor confía y supervisa. La experiencia suele permitir a los editores detectar en qué casos puede haber una invención, una tergiversación o una fuente sembrada.
-En el caso de Perú.21, creo que si la editora de Economía recibía una nota del redactor que mencionaba ‘fuentes del Mincetur’, la editora podía asumir que se trataba de funcionarios de dicha dependencia y no le exigía los nombres a Palma, y menos podría imaginar que no eran personas las que proporcionaban la información, sino correos consultados violando las comunicaciones de otros. La información podía ser veraz y eso posiblemente la editora lo confirmaba, pero es absurdo pensar que una editora de sección pueda tomar como válida y permisible la interceptación de una cuenta de correo electrónico como medio para acceder a las novedades. Un editor por supuesto que asigna tareas a los redactores, pero no es una tarea meterse en los correos electrónicos de las fuentes.
-Creo que el director de Perú.21 debió tener más cuidado en su declaración a la fiscalía para no dar a entender que Sandoval consentía que Palma revisara ilegalmente los correos del Mincetur. Si Du Bois tenía pruebas de que ella también estaba involucrada podía quitarle el respaldo o protección profesional y legal, pero no parece ser el caso.
(Esta es la cita en la que baso principalmente mi comentario: Que, el editor es el encargado de revisar las notas y corroborar su veracidad”, remarcó. El director de Perú.21 fue interrogado también sobre la verificación del contenido de las informaciones y señaló a los editores de cada sección como los responsables de asignar las tareas a los redactores).  

* * *
Juan Álvarez, editor de Política del diario La República

EL EDITOR NO PARTICIPA DIRECTAMENTE

 EN LA RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN

¿Cuál es el rol del editor? En líneas generales desarrolla la labor de curaduría de contenidos, pues es responsable de lo que se publica y de que lo que se publique esté bien, tanto en forma como en fondo. Y esa responsabilidad va más allá de los textos, incluye absolutamente toda la presentación del material periodístico. En lo práctico, el editor es quien en un primer momento, junto con el jefe de informaciones, plantea temas para que sean desarrollados en la publicación, pero también canaliza iniciativas de los redactores o de otros editores y del director. En este último caso, si la sugerencia es aceptada, el editor contribuye con la tarea de encontrar el ángulo más apropiado para que la información sea del mayor interés público posible.
-Desde mi punto de vista, este sistema de trabajo, en el que los redactores tienen más participación (llegan a trabajar los temas que ellos proponen, y eso dinamiza el cuadro de comisiones) es ideal porque permite que se sientan más identificados con el producto global, e incluso se formen progresivamente también para cumplir, con posterioridad, el rol de editor. En un segundo momento, el editor recibe el informe del resultado de la gestión del redactor y en una reunión con él pregunta si este ha cumplido el estándar de calidad básico (que se haya consultado a las fuentes idóneas y en la cantidad necesaria, que se haya verificado y contrastado la información, y se consiga el equilibrio consultando a los aludidos, sobre todo si son acusados de algo) y acuerda con él cómo debe ser el tratamiento de la información para que sea tan interesante como relevante. Después, recibe el producto final y observa que este cumpla todo lo acordado. Dada la cantidad de noticias que se procesan, la simpleza de estas y el poco tiempo con que se cuenta, estas reuniones suelen ser breves y en ocasiones casi al paso.
-Como se hace evidente, el editor no participa directamente en la recopilación de información. No podría hacerlo, por cuestión de tiempo (tendría que contactar él mismo con la fuente, es decir duplicar el trabajo), y porque es como si desconfiara de su redactor (se supone que el redactor sabe lo que tiene que hacer, empezando por trabajar bien con buenas fuentes). Además, la confianza es fundamental en esa etapa como en todo el engranaje de la producción periodística, teniendo en cuenta su organigrama vertical.
Sin embargo, esto no impide que en ocasiones, cuando se trata de una información sumamente importante o delicada, se hagan reuniones específicas para conocer el detalle de determinado caso, llegando incluso a revisar con acuciosidad desde el valor de la fuente hasta las implicancias de lo que se vaya a aplicar al procesar la información. En estas reuniones participa el redactor, el editor, el director y a veces hasta otros editores, y lo tratado se mantiene en reserva para el resto del equipo.Si el redactor responde a la confianza de su editor, el editor responderá a la confianza de los demás editores y del director. El resultado de respetar esa confianza en todos los niveles y de modo recíproco será un producto periodístico de calidad, con menores posibilidades de cometer un error o, mucho menos, perpetrar un delito.
-Ahora, todo lo descrito anteriormente corresponde al sistema de trabajo que he conocido a lo largo de 20 años en diferentes medios y actualmente trato de desarrollar –con inevitables matices- en la sección política de La República. Desconozco cómo es en otros medios, aunque imagino que es, con algunas variaciones, de modo muy similar. Además, como se hace evidente, no es un sistema de trabajo fijo y estático. Hay situaciones en las que se deben hacer (de hecho, se hacen) excepciones, y en esas circunstancias especiales solo participan algunos editores y redactores. Por eso la respuesta a la última pregunta (¿Crees que realmente Fritz Du Bois acusa a su editora Gina Sandoval en el interrogatorio policial?) solo la tienen los aludidos y quienes trabajan con ellos. Solo ellos saben cuánto de lo que en teoría se dice sobre la labor del editor, se cumple finalmente en la práctica.

 Aquí Lo que declaró Fritz Du Bois

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Cómo debemos titular nuestros escritos?


El titular es el primer contacto del lector con la noticia. Debe ser atractivo para que el lector siga leyendo, por ello, sus funciones serán las de informar y atraer al lector. El titular resume el tema de la noticia pero no debe agotar la información.

Antes, los titulares eran una frase informativa, habitualmente sin verbo. Los titulares no importaban demasiado. Después empezaron a ser frases muy largas y descriptivas.

El titular moderno exige que aparezca lo más importante que se está informando en el artículo, aparte de muchas otras exigencias. Actualmente, los titulares son básicamente interpretativos y sugerentes.

Características del titular

1. Actualidad: debe dar la novedad de un acontecimiento. El titular debe explicar lo novedoso de una información que será lo que realmente es la historia.

2. Conciso: el titular debe ser breve.

3. Claridad: no debe dar pie a ambigüedades y dar los datos claros.

4. Veracidad: debe reflejar lo que se desarrolla en el cuerpo de la noticia.

5. Garra: debe tener "gancho" para resultar atractivo.

Consejos para titular

- El título debe pensarse antes de escribir la información pero se redactará después. Debemos tener presente la idea que plasmaremos en el titular porque será la idea más importante del texto.

- Todas las historias o noticias deben llevar titular.

- El titular debe estar redactado de forma lógica: Sujeto + Verbo + Complementos. No llevará comas, puntos o incisos.

- El verbo debe ser el más exacto posible.


- Las palabras nunca irán partidas entre líneas. Además, nunca se repetirá una palabra. Hay que buscar sinónimos.

- Evitar las siglas en el titular si no son muy conocidas.

- Evitar las palabras u oraciones ambiguas.

Se titula para llamar la atención, se trata de un ejercicio de síntesis. El titular debe armonizar con los aspectos éticos y respetar la sensibilidad. El titular debe ser autónomo del antetítulo, no deben mantener dependencia sintáctica.

Fases en la elaboración de un titular:

1. Qué es  más importante que trata la información.

2. Crear un enunciado: escribir todo aquello que creamos que debería decir el titular.

3. Adaptarlo al espacio disponible.


Tipos de titulares

Enunciativos

“Los Príncipes, en Cataluña”

Interpretativos

“Los Príncipes se impregnan de cultura catalana”

Elementos de titulación

Debemos procurar no eludir el sujeto y seguir el orden lógico de la frase (S + V + C).

Los titulares enunciativos no deben tener más de 6 palabras.

Los titulares interpretativos son más flexibles, y permiten hasta 13 palabras.

• Antetítulo: es una frase que trata una cosa que enmarca la noticia y delimita el contexto.

• Subtítulo: conecta con la idea del título para completarla o dar más datos.

Titular en presente. En las entrevistas, el titular es una frase de algo que ha contestado el entrevistado.

Son preferibles los titulares con verbo

En los titulares interpretativos debemos contar con el verbo (motor de la acción). Los adverbios sirven para adjetivar verbos y acostumbran a calificarlos también. Debemos, pues, evitar usar adverbios, sobre todo los acabados en –mente.

Es mejor ahorrarse los adjetivos, sobre todo los calificativos.

La cibertitulación: las palabras clave

En los cibermedios, la técnica de las palabras clave tiene una función, inexistente en los medios impresos, de tipo documental: tiene que ver con la multiplicación de posibilidades de que una noticia sea hallada por motores de búsqueda de Internet gracias al uso de palabras clave en los titulares.

Esta propiedad documental, característica de las páginas web y por tanto también de las cibernoticias, ha sido bautizada como “ubicuidad” (Baeza Yates y Rivera Loaiza, 2002). Se define como “la facilidad que tiene una sede web de ser localizada y encontrada en el contexto de la web”: no en vano, “se supone que si publicamos en la web, lo hacemos para ser visibles, por tanto, forma parte de la calidad intrínseca de un recurso su habilidad para hacerse visible” (Codina, 2’’3: 184). Pues bien, buena parte de esa visibilidad para los buscadores la obtienen las noticias gracias a un uso certero de las palabras clave.

Si se sitúan en el titular palabras que se refieren de manera clara, denotativa y sin circunloquios al objeto o sujeto protagonista de la información, se multiplican las posibilidades de que esa noticia sea recuperada mediante motores de búsqueda y, por tanto, de que sea leída no solo en el presente sino también en el futuro. ¿Por qué? Muy sencillo: porque los lectores recurren precisamente a esas mismas palabras claras, denotativas y sin circunloquios cuando desean buscar una información a través de un buscador de la web.

sábado, 28 de abril de 2012


Sal a la calle si quieres contar grandes historias

Las redes sociales han transformado la forma en que se producen y consumen las noticias, pero la excesiva dependencia en la tecnología puede jugar en detrimento del buen periodismo.

“El mejor periodismo [surge de] informar sobre historias buscando información, agregando análisis y poniéndolo en contexto de una manera que no está ya en Google”, dijo Rebecca MacKinnon, experiodista de CNN y cofundadora de Global Voices Online.

Nacida en California, MacKinnon domina el chino mandarín, y pasó parte de sus primeros años en China y la India. Durante la última década ha sido un activista a nivel mundial de la libertad en Internet y escribió el Consent of the Networked: The Worldwide Struggle for Internet Freedom (Consentimiento de la Red: la lucha mundial por la libertad en Internet). En una charla reciente organizada por American University y en entrevista con IJNet, MacKinnon compartió su punto de vista sobre las redes sociales, la objetividad en el periodismo y el periodismo de apología.

Usa las redes sociales pero no dependas en ellas demasiado.

El resto del artículo lo pueden ver aquí 

lunes, 23 de abril de 2012


Manual de estilo Cátedra Edición y Estilo II

La Cátedra de Edición y Estilo del sexto semestre B de la Universidad Santa María estableció reglas claras a la hora de informar sobre sus escritos, que serán parte de publicaciones digitales que podrán ser leídas y comentadas por el universo que integra Internet, e incluso se pueden presentar en las redes sociales.

El presente Manual de Estilo debe entenderse como el conjunto de reglas de convivencia dentro de la cátedra y que se utilizará para todos los escritos que en ella se elaboran (exámenes, trabajos grupales, individuales y otros que se deban realizar)   por lo que el respeto por estos lineamientos es obligatorio para todos los integrantes de la cátedra.

1. Los escritos realizados en esta Cátedra, tendrán siempre Título, y una extensión - mínima - de 25 líneas, una cuartilla, hasta un máximo de 6 cuartillas. Una cuartilla son - aproximadamente - 1.700 caracteres, o entre 200 y 250 palabras en español (. Los títulos no se incluyen en el número de caracteres de la cuartilla.

2. Todos los escritos realizados por los alumnos del Sexto Semestre B de la Cátedra de Edición y Estilo de la Universidad Santa María tendrán un lenguaje directo, conciso, claro, porque queremos llegar al mayor número de lectores posibles. Partimos del hecho que somos periodistas y que tenemos que escribir como tales, manteniendo también un vocabulario acorde al público al que nos dirigimos.

3. No existe censura previa sobre los temas a tratar, los escritos son analizados y discutidos en clase y cada grupo es responsable de lo que publica. Los grandes temas estarán divididos en aspectos específicos de acuerdo a la propia línea editorial de cada sección. Sin embargo, no se aceptarán trabajos que sean una apología al delito.

4. Entendiendo que existe un periodo de aprendizaje y discusión sobre el estilo y redacción de los trabajos a publicar en Internet, por parte de los alumnos, nunca se escribirá como si fuéramos reporteros diarios. Los trabajos pertenecientes al diarismo son el inicio de nuestros escritos, con las implicaciones que eso conlleva, en cuanto a evitar que pierdan vigencia en el tiempo. Por ello lo que pretendemos es contar historias que atraigan a los lectores, más que simplemente informarlos.

5. Al ser esta una Cátedra de Edición y Estilo, se busca precisamente que se pueda crear y estimular el estilo propio de cada integrante, por lo que no se realizarán trabajos de Notas de Prensa, que son válidos para otras circunstancias, pero no para los propósitos de esta materia. Todos los materiales deben llevar la firma de su autor, o autores si es un trabajo colectivo. 

6. La utilización de elementos gráficos en los escritos de la Cátedra, como gráficos, fotos, infografías, videos, música, etc,  dependerán de su previa aprobación y del curso que tome la Cátedra relacionado con el estilo de redacción.

7. Internet es una fuente de información, que no se puede dejar de lado al momento de consultar, cuando investigamos para nuestros trabajos de la Cátedra, pero se debe recordar que es una fuente más, también existen las fuentes vivas y los materiales impresos, pero al final, los escritos deben ser productos originales que reflejen el estilo de su redactor, ya que los plagios son motivo de sanciones académicas y administrativas. Las citas textuales deben ser identificadas en cada trabajo, para evitar el plagio.

8. En los trabajos entregados en computadora se adoptará como norma el uso de la letra tipo Arial y 12 de tamaño.

9. La utilización de los adjetivos calificativos deberán estar total y plenamente justificados en nuestros escritos. Los adjetivos deben estar apoyados en razones del porqué se utilizan, y no ser un mero capricho o adorno en el escrito

10. Respetuosos de nuestros entrevistados, personas referidas y mencionadas en los escritos, nunca se llamará por su nombre de pila a nadie, siempre usaremos el nombre y el apellido, o solamente el apellido una vez que hayamos hecho la presentación de la persona.

11. El uso de las abreviaturas responderá al criterio generalizado de colocar primero el nombre completo y luego sus siglas. En los títulos solo se usarán aquellas siglas de uso muy frecuente, que su entendimiento sea aceptado por el colectivo 

12. El gerundio de los verbos no debe ser usado excesivamente ya que molesta al lector y crea "ruido", su uso debe estar justificado.

jueves, 19 de abril de 2012

El factor humano de las noticias



A menudo tenemos la sensación de que la agenda noticiosa va por un lado y el drama humano, por otro. Los periodistas nos inclinamos a reportar sobre hechos de relevancia política, económica o judicial, quizás porque se trata de algo más racional y descomprometido, pero a veces nos olvidamos de las personas que sufren por esas situaciones, tal vez porque ese costado tiene una carga emocional y nos mueve cosas adentro.

Y tratamos de dominar la agitación interna, porque pretendemos ser objetivos, no subjetivos. Aunque esto es lo que normalmente hacen los periodistas, existen recomendaciones - como las que hace Gay Talese - sobre la necesidad de recordar que el impacto de las tragedias, las crisis, los conflictos y las guerras siempre es sobre el ser humano.
 
Haga clock aquí para leer el artículo completo

miércoles, 11 de abril de 2012

¿Qué contar y cómo en el mundo multimedia?

A la hora de narrar historias en la Red, son varias las posibilidades a tu disposición. Puedes hacerlo mediante un texto, a través de la fotografía o de los gráficos, utilizando videos o reportajes sonoros. O también está en tu mano el combinar todas estas opciones. El sonido mezclado con la imagen estática -los llamados audio slideshows- son, por ejemplo, un recurso muy frecuente en Internet y un género exclusivo del periodismo digital.

Como blogger o periodista online -y a diferencia de quienes trabajan para los medios tradicionales escritos, radiofónicos o televisivos- tienes que plantearte en cada ocasión qué molde se adecua más al contenido que deseas transmitir: ¿un artículo? ¿O mejor un slide show? ¿O es en este caso preferible usar un video?

Haga click aquí para ver un gráfico que puede ayudar a tomar   una decisión más apropiada

lunes, 9 de abril de 2012


El Editorial

La prensa añade a sus funciones de informar e interpretar una tercera que es la de opinar acerca de la actualidad. Distintas fórmulas periodísticas, que se pueden definir como géneros de opinión, tratan de desarrollar esta función.

El editorial es uno de los géneros periodísticos de opinión, es decir, un texto que refleja la posición del medio

El editorial es un artículo de opinión que no va firmado por ninguna persona pero que recoge la opinión institucional y colectiva del periódico, revista, medio, y hasta empresas o Gobiernos. Ese carácter institucional otorga a este tipo de artículos una gran trascendencia pública. Los lectores pueden conocer la opinión abierta y directa sobre distintos temas de actualidad, así como sus planteamientos ideológicos implícitos.

Todos los editoriales opinan acerca de noticias aparecidas en ese mismo número o en números recientes. Los temas de actualidad tratados en un editorial suelen ser aquellos que entrañan una mayor trascendencia y una gran importancia. Pueden versar sobre asuntos políticos, económicos, sociales, etc.

Se pueden encontrar editoriales más polémicos, más fríos, más contundentes, más explicativos, más expositivos o más combativos, según sea la postura sostenida por el medio.

El editorialista goza de gran libertad expresiva sin olvidar la necesidad de ser claro y preciso. El estilo suele ser grave y digno, acorde con la importancia del tema tratado. Nunca se utiliza el yo personal del periodista que lo escribe ya que se expresa la opinión colectiva del medio.

En el editorial no se utilizan los párrafos introductorios, el espacio disponible es limitado y se afronta desde la primera frase el tema sobre el que se pretende opinar. Cualquier editorial suele contener: una primera parte que enuncia y recuerda el tema, una segunda en la que se desarrolla el análisis y la interpretación que suscita y se finaliza con una tercera con la presentación de una postura y una opinión concreta. Esta opinión puede formularse a modo de solución, pronóstico o crítica.

Para redactar un editorial, el periodista debe conocer con profundidad el tema sobre el que se va a opinar a fin de que la opinión del periódico nunca resulte contradictoria, incoherente o con escasa argumentación ya que esto dañaría la credibilidad general de la publicación.


Características del editorial:


a-El editorial debe ser hecho con frases que contengan idas concretas.
b- Contundente, que vaya al grano del asunto; que exprese, sin titubeos, el juicio directo, para que el lector no se quede desinformado con respecto al tema.
c- Afirmativo: es decir, que proponga soluciones.
d- Penetrante: que no se quede en la superficie de los asuntos que aborda sino que vaya más allá; que sepa exponer lógicamente futuras consecuencias; que descubra y exponga causas subterráneas de un determinado hecho social.
e- Ágil: redactado con fluidez, claridad, lógica.
f- Convincente: que presente argumentos para persuadir al lector de que piense de la misma forma que la institución periodística que representa.
g- Breve: que diga mucho en pocas líneas y trate de agotar en breve espacio temas que entrañan tesis profundas y vastas.
h- Trascendente: que su juicio resulte perdurable y de influencia en la conformación de criterios. Juicios improvisados, ligeros, contradicen la función orientadora del editorial y arriesgan su credibilidad.

Estructura:

El editorial debe atrapar al lector con la entrada. Debe seguir un desarrollo lógico que implica una tesis doctrinaria. El remate debe condensar el pensamiento central.

Estilo:

Debe ser comprensible y también lógico.

Clasificación:

a- De lucha: que ataca, exige y sugiere; es combativo y doctrinario.
b- De testimonio: toma una posición y la fundamenta, trata de convencer con razones lógicas
c- Aclaratorio e instructivo: se propone explicar el hecho que lo suscita.
d- Retrospectivo: comenta lo sucedido con la satisfacción leve o mordazmente expresada "ya lo decíamos nosotros".
e- Necrológico: cuando el personaje o los personajes a que está dedicado merecen un sitio tan destacado en la publicación.
f- Previsorio; mira al porvenir sin pretensiones proféticas se adelanta y elabora hipótesis a futuro.

Ejemplo de artículo de opinión / editorial
 
http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=68026&tipo=AVA 

Línea editorial

Ideales con los que un medio de comunicación se desenvuelve. Las pautas que seguirá tratando la información. Dependiendo de eso, el medio de comunicación puede ir destinado a diferentes tipos de público.



La Editorial

Referida a los medios impresos tiene que ver con la parte de impresión, maquinarias, infraestructura, nunca se puede hablar de una editorial en radio, o televisión, tampoco en el caso de las empresas de relaciones públicas  o instituciones.

Manual de estilo

Un manual de estilo, que no tienen que ver con la Hoja de estilo para programación de Internet,  es el conjunto de normas para el diseño y la redacción de documentos, ya sea para el uso general, o para una publicación u organización específica. Los manuales de estilo son frecuentes en el uso general y especializado, en medios escritos, orales y gráficos. Y para publicaciones de estudiantes y académicos de diversas disciplinas como, la medicina, el periodismo, la abogacía, el gobierno, las empresas y la industria. El manual de estilo se compone tanto de normas lingüísticas, como de estilo, para que el mensaje sea más coherente, eficaz y correcto.

Algunos manuales de estilo se centran en el diseño gráfico, y abarcan tópicos tales como la tipografía, los colores y espacios en blanco. Los manuales de estilo de sitios webs en cambio, se centran en los aspectos técnicos y visuales de la publicación, la prosa, uso correcto del lenguaje, la gramática, la puntuación, la ortografía, y la estética. La estricta aplicación de los reglamentos del manual de estilo proporciona uniformidad en el estilo y el formato de un documento.

Muchos manuales de estilo son revisados y actualizados periódicamente para adaptar cambios en el uso y las convenciones. Por ejemplo, el manual de estilo de Associated Press es actualizado anualmente. (http://es.wikipedia.org/wiki/Manual_de_estilo)

Ejemplos de manuales de estilo se tienen en este mismo Blog (en la barra de la izquierda) y se puede observar que no solamente se refieren a medios impresos.