miércoles, 30 de noviembre de 2011

Aunque parezca redundante, nunca está demás tener esta pequeña ayuda

domingo, 27 de noviembre de 2011

Para los periodistas, la credibilidad lo es todo

Por Jorge Ramos

Jorge Ramos es periodista, ganador del Trofeo Emmy, director senior de noticias de Univision Network. Nació en México y es autor de nueve libros de gran venta, el más reciente A Country for All: An Immigrant Manifesto


Los pilotos saben volar aviones. Los futbolistas meten goles. Y los cerrajeros abren puertas. Ese es su oficio.

Los periodistas también tienen un oficio: credibilidad. Si no se puede creer a un periodista, su trabajo no vale nada.

Como parte de nuestro esfuerzo para informar a lectores, espectadores y oyentes acerca de lo que está ocurriendo en el mundo, los periodistas reporteamos lo que vemos y lo que encontramos en el campo. No es poca cosa - la credibilidad no es sólo nuestro oficio, es nuestro activo más valioso. Y si lo que escribimos o transmitimos no refleja la realidad, la gente, obviamente, dejará de confiar en nosotros.

Conozco a muchos periodistas a los que nadie les cree nada. Algunos estuvieron o están muy ligados con el gobierno. Son simples voceros. Otros reciben dinero por decir cosas. Varios más tienen una agenda ideológica. Son, quizás, publicistas pero no reporteros. No se les puede creer.

Por supuesto, hay otro tipo de periodistas: los reporteros que son fieramente independientes y que dicen lo que ven, aunque duela o sea impopular. No les da miedo preguntar. Hacen temblar a los poderosos. Investigan lo que otros esconden. Leerlos y verlos es una obligación. Esos son los verdaderos periodistas.

Bueno, todo esto me vino a la mente al observar cómo se extendía el escándalo en que está metido Rupert Murdoch, el presidente y socio mayoritario de News Corporation y de su periódico británico, The News of the World. Aunque tenía una circulación de 2.7 millones de ejemplares, el tabloide cerró sus puertas porque demasiados de sus reporteros habían dejado de lado la credibilidad y se habían dedicado a buscar el sensacionalismo. Una cultura en la que el verdadero periodismo y la ética fueron desplazados por interferencias telefónicas - de "hackers" - se apoderó del periódico. A juzgar por la popularidad de The News of the World, quizá eso sea un buen negocio, pero sin la menor duda no es periodismo.

Los problemas de la News Corporation - dueña también de Fox News, The Wall Street Journal y muchos otras organizaciones de noticias en el mundo - se remontan a varios años. En el 2007, uno de los reporteros de The News of The World, Clive Goodman, y un investigador privado, Glenn Mulcaire, se declararon culpables de "hackear" o intervenir teléfonos. Ambos cumplieron condenas en la cárcel. De hecho, entre la gente cuyos teléfonos habían sido intervenidos había miembros de la familia real británica, políticos y una niña de 13 años de edad, Milly Dowler, quien desapareció y fue asesinada en 2002.

El "hackeo" al teléfono de Milly hizo creer falsamente a sus padres de que aún estaba viva cuando, en realidad, ya había muerto. Eso, además de ser ilegal, es increíblemente cruel.

Cuando los detalles de las intervenciones telefónicas fueron dados a conocer por los padres de Dowler, un público escandalizado empezó a preguntar: ¿Dónde estaban los editores? ¿Dónde estaban los líderes de la compañía?

Rupert Murdoch, su hijo James, y Rebekah Brooks, quien recientemente renunció a su puesto como directora ejecutiva de News International y había sido editora de The News of the World, testificaron el 19 de julio ante un comité de legisladores británicos que sabían muy poco, o nada, acerca de los detalles de las interferencias telefónicas o de otras violaciones de la conducta ética en el tabloide, que incluían acusaciones de que agentes policiacos eran sobornados para que proporcionaron información sobre ciertos artículos. Independientemente si esto es cierto o no, los gerentes del diario fueron culpables de negligencia y, más aún, de recurrir al sensacionalismo para vender periódicos.

Y así perdieron la confianza de millones. ¿Cómo confiar en un medio que durante años ocultó sistemáticamente la verdad y espiaba los teléfonos?

Esto del periodismo es algo muy frágil; es una simple cuestión de confianza. Es algo casi religioso. Crees en un medio o no crees. Y si la pierdes la confianza - como un jarrón que se rompe en mil piezas - nunca más la vuelves a recuperar. Yo entiendo que en estos días, ante millones de datos disponibles en Internet, es muy difícil saber a quién creer. Pero la tarea del periodista es seleccionar la información. Después de todo, la diferencia principal entre alguien que twitea o lanza mensajes a través del Facebook y alguien que reportea es que este último confirmó la información e hizo un esfuerzo sincero y profesional por decir la verdad.

Termino con una anécdota.

En la ciudad de Miami suelen matar a Fidel Castro dos o tres veces por año. Y siempre ha resucitado. Bueno, un día en un supermercado una pareja de cubanos discutía los más recientes rumores sobre la aparente muerte de Fidel sin percatarse de que yo iba detrás de ellos.

"Dicen que Fidel está muerto", dijo ella.

"Bueno, pues hasta que yo no lo oiga en el noticiero de televisión, no lo creo", contestó él.

Esa muestra de confianza es enorme. Gigante. Y nunca lo olvido.

El periodismo es, en el fondo, una cuestión de credibilidad. Para nosotros los periodistas, lo más importante es que nos crean. Nada más.

Jorge.Ramos@nytimes.com

domingo, 6 de noviembre de 2011


¿Cómo debemos titular nuestros escritos?


El titular es el primer contacto del lector con la noticia. Debe ser atractivo para que el lector siga leyendo, por ello, sus funciones serán las de informar y atraer al lector. El titular resume el tema de la noticia pero no debe agotar la información.

Antes, los titulares eran una frase informativa, habitualmente sin verbo. Los titulares no importaban demasiado. Después empezaron a ser frases muy largas y descriptivas.

El titular moderno exige que aparezca lo más importante que se está informando en el artículo, aparte de muchas otras exigencias. Actualmente, los titulares son básicamente interpretativos y sugerentes.

Características del titular

1. Actualidad: debe dar la novedad de un acontecimiento. El titular debe explicar lo novedoso de una información que será lo que realmente es la historia.

2. Conciso: el titular debe ser breve.

3. Claridad: no debe dar pie a ambigüedades y dar los datos claros.

4. Veracidad: debe reflejar lo que se desarrolla en el cuerpo de la noticia.

5. Garra: debe tener "gancho" para resultar atractivo.

Consejos para titular

- El título debe pensarse antes de escribir la información pero se redactará después. Debemos tener presente la idea que plasmaremos en el titular porque será la idea más importante del texto.

- Todas las historias o noticias deben llevar titular.

- El titular debe estar redactado de forma lógica: Sujeto + Verbo + Complementos. No llevará comas, puntos o incisos.

- El verbo debe ser el más exacto posible.


- Las palabras nunca irán partidas entre líneas. Además, nunca se repetirá una palabra. Hay que buscar sinónimos.

- Evitar las siglas en el titular si no son muy conocidas.

- Evitar las palabras u oraciones ambiguas.

Se titula para llamar la atención, se trata de un ejercicio de síntesis. El titular debe armonizar con los aspectos éticos y respetar la sensibilidad. El titular debe ser autónomo del antetítulo, no deben mantener dependencia sintáctica.

Fases en la elaboración de un titular:

1. Qué es  más importante que trata la información.

2. Crear un enunciado: escribir todo aquello que creamos que debería decir el titular.

3. Adaptarlo al espacio disponible.


Tipos de titulares

Enunciativos

“Los Príncipes, en Cataluña”

Interpretativos

“Los Príncipes se impregnan de cultura catalana”

Elementos de titulación

Debemos procurar no eludir el sujeto y seguir el orden lógico de la frase (S + V + C).

Los titulares enunciativos no deben tener más de 6 palabras.

Los titulares interpretativos son más flexibles, y permiten hasta 13 palabras.

• Antetítulo: es una frase que trata una cosa que enmarca la noticia y delimita el contexto.

• Subtítulo: conecta con la idea del título para completarla o dar más datos.

Titular en presente. En las entrevistas, el titular es una frase de algo que ha contestado el entrevistado.

Son preferibles los titulares con verbo

En los titulares interpretativos debemos contar con el verbo (motor de la acción). Los adverbios sirven para adjetivar verbos y acostumbran a calificarlos también. Debemos, pues, evitar usar adverbios, sobre todo los acabados en –mente.

Es mejor ahorrarse los adjetivos, sobre todo los calificativos.

La cibertitulación: las palabras clave

En los cibermedios, la técnica de las palabras clave tiene una función, inexistente en los medios impresos, de tipo documental: tiene que ver con la multiplicación de posibilidades de que una noticia sea hallada por motores de búsqueda de Internet gracias al uso de palabras clave en los titulares.

Esta propiedad documental, característica de las páginas web y por tanto también de las cibernoticias, ha sido bautizada como “ubicuidad” (Baeza Yates y Rivera Loaiza, 2002). Se define como “la facilidad que tiene una sede web de ser localizada y encontrada en el contexto de la web”: no en vano, “se supone que si publicamos en la web, lo hacemos para ser visibles, por tanto, forma parte de la calidad intrínseca de un recurso su habilidad para hacerse visible” (Codina, 2’’3: 184). Pues bien, buena parte de esa visibilidad para los buscadores la obtienen las noticias gracias a un uso certero de las palabras clave.

Si se sitúan en el titular palabras que se refieren de manera clara, denotativa y sin circunloquios al objeto o sujeto protagonista de la información, se multiplican las posibilidades de que esa noticia sea recuperada mediante motores de búsqueda y, por tanto, de que sea leída no solo en el presente sino también en el futuro. ¿Por qué? Muy sencillo: porque los lectores recurren precisamente a esas mismas palabras claras, denotativas y sin circunloquios cuando desean buscar una información a través de un buscador de la web.